4 raciones
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 2 horas
Ø
1 pollo de corral de 1,5-2 kg
Ø
3 escalonias, partidas por la mitad
Ø
2 dientes de ajo, ligeramente picados
Ø
1 tallo de apio, ligeramente troceado
Ø
1 ramita de romero
Ø
8 granos de pimienta negra
Ø
100ml de vinagre balsámico
Ø
1 limón en conserva, troceado
Ø
1 manojo pequeño de salvia, con las hojas
separadas
Ø
2 cucharadas de aceite de colza virgen extra
Ø
Sal y pimienta
Coloque el pollo, las escalonias, el ajo, el apio, el romero
y los granos de pimienta negra en una cacerola amplia. Vierta el vinagre balsámico
y la suficiente agua fría como para cubrir el pollo. Lleve lentamente a ebullición
a fuego medio retirando de la superficie cualquier resto de espuma. Tape y
cueza a fuego lento durante 1 hora.
Añada el limón en conserva y la mitad de las hojas de salvia
y cueza a fuego lento 15-30 minutos más, dependiendo del tamaño del pollo,
hasta que los jugos salgan transparentes al perforar la parte más gruesa del
muslo con un cuchillo. Retire cuidadosamente el pollo de la cacerola, páselo a
un plato hondo, cúbralo con papel de aluminio y déjelo reposar. Suba el fuego y
hierva el caldo durante 20-25 minutos o hasta que se haya reducido a la mitad. Retírelo
del fuego, deje que se enfrié un poco y salpimiéntelo al gusto.
Caliente el aceite en una sartén pequeña y sofría las hojas
de salvia restantes 30 segundos, hasta que estén crujientes. Retírelas con una
espumadera y escúrralas sobre papel de cocina.
Corte trozos de pollo y deseche la piel. Colóquelos en
cuencos poco profundos con abundante caldo de la cocción. Adorne con las hojas
de salvia crujientes y sirva con espárragos y brécol al vapor.
Para preparar pechugas de pollo al limón, en lugar de un pollo
entero, utilice 4 pechugas de pollo grandes, deshuesadas y peladas. Póngalas en
una cacerola grande con el ajo, el romero, los granos de pimienta, el vinagre balsámico
y el limón en conserva y cúbralas ligeramente con agua. Cueza a fuego lento
durante 12 minutos o hasta que el pollo esté
cocido. Córtelo en lonchas gruesas y sírvalo en cuencos con el caldo de pollo,
adornado con las hojas de salvia como se indica en la receta.
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