Panecillos caseros con semillas

Para 8 bollos

Tiempo de preparación: 25 minutos,  mas tiempo de levado

Tiempo de cocción: 12-15 minutos

      500g de harina de fuerza normal o integral.

      50g de semillas variadas.

      1 cucharadita de levadura seca rápido.

      1 cucharadita de azúcar.

      1 cucharadita de sal.

      275 ml de agua tibia.

      1 cucharada de mantequilla derretida.

Ponga la harina, las semillas y la levadura en un cuenco grande. Añada, removiendo, el azúcar y la sal. Incorpore la medida de agua y la mantequilla y mezcle los ingredientes hasta obtener una masa. Trabaje la masa sobre una superficie ligeramente enharinada durante 5-10 minutos, o hasta conseguir una masa suave y homogénea.

Coloque la masa en un cuenco ligeramente engrasado, cúbralo con un paño de cocina limpio y humedecido y resérvelo en un lugar templado al menos una hora, hasta que suba o haya doblado su tamaño. O, si lo desea, haga la masa en una panificadora siguiendo las instrucciones del fabricante.

Aplaste la masa y divídala en 8 bolas. Amase cada una hasta que queden bien lisas y redondas y, después, distribuya las bolas a espacios iguales en una placa de horno grande ligeramente engrasada. Marque las bolas con una cruz profunda, cúbralas con el paño de cocina húmedo y resérvelas en un lugar templado durante 1 hora para que suban o hasta que doblen su tamaño.

Hornee los panecillos, en el horno precalentado a 200° C, durante 12-15 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes y suenen a hueco al darles golpecitos en la base. Deje que se enfríen un poco en una rejilla de horno; si se han unido durante la cocción o la subida, sepárelos. Sírvalos calientes, partidos por la mitad y acompañados de un cuenco con confitura espesa de naranja y, si lo desea, de un vaso de zumo recién exprimido.

Para preparar un pan multisemillas, elabore la masa como se indica en la receta, pero dele una forma redonda y grande. Deje que suba hasta que haya doblado su tamaño y luego, hornéela 30 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente y suene a hueco al darle golpecitos en la base. Deje que se enfrié en una rejilla de horno, córtela en rebanadas y sírvalas calientes o tostadas.